info@centrobretema.com
Mercedes Reiriz Godoy - Blog Psicóloga de Centro Brétema en Pontevedra

¿Por qué haces que me Enfade?

Publicado: 05 de septiembre de 2017, 11:30
  1. Gestión Emocional
¿Por qué haces que me Enfade?

 

A veces utilizamos expresiones como “¿Por qué haces que me enfade?” o “me pongo nerviosa por tu culpa” y, aunque son expresiones que oímos frecuentemente, encierran un razonamiento erróneo.

Pensamos que, si protestamos o decimos lo que pensamos, la otra persona se puede enfadar y eso, como he dicho, no es del todo cierto. 

Por ejemplo, si yo quiero decirle a mi pareja que no me apetece ir a ver a su familia un fin de semana, pero no le digo nada para que no le parezca mal, es cierto que así no se va a enfadar. 

Pero no es menos cierto que, si se lo digo y se enfada, no es mi responsabilidad. Es decir, yo no soy responsable de las emociones de los demás. Soy responsable de las mías.

Así, si mi pareja se enfada, no es por el hecho de que no me apetezca ir el fin de semana a ver a su familia, estoy en mi derecho a que me apetezca o no hacer algo. Lo que realmente le molesta a mi pareja es que él piense que no es justo que el fin de semana anterior fuéramos a ver a mi familia y éste yo no quiera ir a ver a la suya.

Puede pensar que es una falta de respeto hacia él y hacia su familia, que no es justo que yo no haga por él lo que él está haciendo por mí.

Son estos pensamientos los que realmente hace que se enfade. Es su forma de interpretar la situación la que hace que no le parezca justa la situación. No lo que yo haya dicho o hecho (siempre y cuando lo haga de una forma correcta).

Su enfado tiene más que ver con él y su forma de pensar, que conmigo y mi forma de expresarme. Se enfada porque él lo decide así (no porque yo le incite), aunque no seamos muy conscientes.

Pensemos también que, si esto fuera cierto, tendríamos mucho poder sobre los demás. Nuestras emociones no serían nuestras, sino impuestas por los demás. Y nosotros no podríamos hacer nada. Simplemente nos quedaría sentir las emociones que los demás nos provocan, sin poder evitarlo.

Seamos más activos. Reconozcamos que, cuando nos enfadamos, nos entristecemos o nos alegramos, lo hacemos porque nosotros queremos, o por lo menos, porque nosotros lo provocamos. Con nuestra forma de pensar e interpretar las cosas que nos pasan.

Así que, la próxima vez que digamos que nos enfadamos por culpa de alguien, pensemos más en qué estoy haciendo yo para sentirme así. Seguramente tenga un papel más activo de lo que pienso. Sólo así seré capaz de cambiarlo. De lo contrario me tocará sufrir lo que los demás decidan.

 

Noticias relacionadas

La Botella de Champán 21 dic

La Botella de Champán

21/12/2022 Gestión Emocional
A veces explotamos. Y no sabemos por qué. Puede ser por un detalle, algo minúsculo que nos hace reaccionar de una manera desproporcionada. No nos entienden. Nosotros tampoco. No sabemos cómo hemos llegado hasta ahí. El origen de esa reacción se sitúa mucho tiempo antes. Un tiempo en el que hemos
Gestionando la frustración 15 nov

Gestionando la frustración

15/11/2022 Gestión Emocional
Creo que la frustración es una de las emociones que más nos cuesta gestionar. Ya desde pequeños nos queda claro que es difícil manejar una emoción tan desagradable. Hace poco vi en medio del pasillo del supermercado a un niño tirado en el suelo pataleando y gritando al lado de una madre
¿Cuanto aguantas? 21 dic

¿Cuanto aguantas?

21/12/2021 Gestión Emocional
¿Cuanto tiempo aguantas sin respirar? ¿Cuanto tiempo aguantas sin beber, sin comer, sin dormir..? ¿Cuanto tiempo aguantas sin hacer nada por cuidar tu estado emocional? Seguramente a las dos primeras preguntas responderíamos que no mucho tiempo, pero a la tercera seguramente no sepamos qué
¿Sabes qué Necesitas? 16 mar

¿Sabes qué Necesitas?

16/03/2020 Gestión Emocional
  Ya lo decía Maslow en su teoría sobre la pirámide de necesidades o jerarquía de las necesidades humanas, que hace que, mientras no tengamos cubiertas las necesidades más básicas o inferiores no intentaremos cubrir las necesidades de capas superiores. Primero están las necesidades fisiológicas